Nace la idea

El proyecto AGORI nació en Octubre del 2008 cuando el diseñador industrial Alejandro Palandjoglou –fundador del estudio PALAN- observó que una de las veredas y gran parte de una de las calles del barrio porteño de San Telmo eran ocupadas, durante varias semanas, por un árbol caído. Lamentablemente el árbol mencionado fue desechado. Fue entonces que percató un verdadero inconveniente respecto de la recolección de árboles caídos y el destino de los mismos.

Pocos días después, en las calles de la localidad de Tigre, encontró un tronco pequeño que trabajó hasta convertirlo en el primer producto del proyecto AGORI, denominado lámpara mamu. Al intervenirlo evitó que el tronco siga el mismo destino de la mayoría, es decir, evitó la utilización del mismo como relleno de tierra o leña.

Recolección de Troncos

Todos los productos están hechos íntegramente de madera rescatada de árboles caídos en las calles de la ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, utilizando el tronco sin aserrarlo. Los árboles se caen principalmente debido a tormentas, vientos, inundaciones o infecciones y se utiliza cualquier tipo de madera lo que hace que cada producto sea único.

La esencia del producto radica en la historia del árbol, entendiéndose por tal su origen, el lugar donde creció y se desarrolló y los motivos que llevaron a que el mismo caiga.

El producto terminado respeta las características naturales e imperfecciones de la madera del árbol y deja que ésta se presente y sugiera la forma. Resulta asombroso como se puede encontrar la belleza en lugares inesperados al trabajar la madera.

El proceso tiene un ingrediente social muy importante: la participación de la gente en este proyecto es la clave para su funcionamiento. Las personas que conocen el trabajo de AGORI llaman para que recolecten los árboles caídos.

Secado y Clasificación

Todas las maderas recuperadas se guardan y clasifican en nuestro taller anotando fecha y lugar de recolección y tipo de madera. El proceso para trabajar la madera consta de varias etapas, siendo el primer paso el secado de la madera. Es necesario dejar la misma secando durante unos meses para proseguir con el posterior trabajo de los artesanos. Luego es necesario que la madera se vuelva a secar un tiempo más para poder darle la forma final y los detalles de terminación.

Piezas únicas

Todas las piezas son únicas como cada árbol encontrado ya que el color, la figura de la veta, el tacto y la forma nunca podrán ser duplicados. Cada producto viene con una firma de la fecha y el lugar del árbol recuperado creando un vínculo especial con el usuario.

Estando todos los productos AGORI realizados con madera de árboles recuperados, la experiencia de caminar por el showroom es como recorrer las calles de la cuidad. Lo cierto es que al comprar una pieza única de AGORI, uno se lleva parte de la historia de Buenos Aires a su casa. La idea central de este proyecto es preservar el árbol y darle una segunda vida al terminar ocupando el mismo por ejemplo un espacio en el living del hogar.

Nombre Agori

“El nombre AGORI proviene del griego –chiquito- y es la expresión con la que mi abuela me sigue llamando. Personalmente tiene un significado de “vida y crecimiento” con lo que está muy vinculado a este proyecto.”

Nuestro objetivo es ser una empresa líder comprometida con la ecología y con la sociedad. Seguir el camino de la búsqueda de troncos mayores para no solo hacer productos pequeños como lámparas y asientos sino para hacer además mesas y todo tipo de mobiliario. Nuestra política es muy clara: cuidar el medio ambiente, limpiar la cuidad y dar valor agregado. No hacer leña del árbol caído…